El salario minimo no cubre ni la mitad de la canasta de pobreza

Escrito por el 2019-03-05

El gobierno nacional decidió adelantar al 1 de marzo la suba correspondiente a junio. Pero ni así alcanza al 45% del valor de la canasta. Es el porcentaje más bajo de la era Macri. El jornal equivale a 1,50 dólares la hora, por debajo de la mitad de los países de la región. Cambio radical en el consumo de la clase media.

La caída del poder adquisitivo del salario mínimo, vital y móvil (SMVM) es con prisa y sin pausa. A pesar del adelantamiento al 1 de marzo del incremento correspondiente a junio, a valores actuales no alcanza ni al 45% de la canasta de pobreza. Este es el nivel más bajo de toda la etapa de gobierno de Mauricio Macri. Además, cayó su equivalencia en términos de dólares por efecto de la devaluación y en este momento el valor de la hora del salario mínimo es de apenas 1,50 dólares.

El Ministerio de Producción y Trabajo publicó el miércoles pasado la resolución 1/2019 por la que adelantó al 1 de marzo el valor del salario mínimo, fijado en $ 12.500. Ese monto tenía que entrar en vigor el 1 de junio mientras que el del 1 de marzo debió ser de $ 11.900 según el calendario estipulado el 8 de agosto del año pasado por el entonces Ministerio de Trabajo.

Cuando el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) volvió a medir el valor de la Canasta Básica Total (CBT), que establece el límite de ingresos por debajo del cual un  hogar es pobre, en abril de 2016, el salario mínimo, que era de $ 6060, equivalía al 53,5 por ciento.

Mientras que el dato de la canasta de pobreza crece mes a mes, los saltos del salario mínimo son más espaciados. Esto provoca un deslizamiento hacia abajo durante varios meses del porcentaje que cubre el salario mínimo de la canasta básica hasta su siguiente aumento, momento en el cual sube ese porcentaje de cobertura. Pero ese respingo alcanza a cada vez menos de la canasta de pobreza.

La última actualización del salario mínimo fue el 1 de diciembre de 2018, cuando fue fijado en $ 11.300. En ese momento representó apenas el 44,3% de la canasta básica. Todo indica que para cuando los trabajadores más vulnerables cobren el salario mínimo a fin de marzo, de $ 12.500, su capacidad de compra en términos de la canasta básica se encuentre en el mismo porcentaje de diciembre, en torno del 44,5 por ciento.

Sin embargo, dos años atrás, el salario mínimo llegó a representar el 60,5% de la línea de pobreza. Fue cuando se valorizó en $ 8060 el 1 de enero de 2017, mientras que la canasta básica de ese mes se ubicó en 13.323,62 pesos.

Caída en dólares

La devaluación hizo añicos al salario mínimo. Cuando se realizó la última discusión sobre el SMVM, el 8 de agosto del año pasado, ya se había producido la devaluación que había llevado el valor del dólar de 20 pesos a 28 y era claro que estaba por arrancar la segunda gran devaluación, que pondría al dólar en torno de los 40 pesos. A pesar de ello se acordó un aumento para el año julio 2018-junio 2019 del 25% cuando ya se especulaba con una inflación por encima del 40 por ciento.

La caída del peso implicó un profundo derrumbe del salario mínimo. En la actualidad, los $ 12.500 por mes equivalen, según la Secretaría de Trabajo a $ 62,50 la hora. Eso equivale a 1,50 dólares.

La devaluación implicó que el salario mínimo argentino cayera respecto de los de la región, medidos en dólares nominales. De la primera posición pasó a la quinta en el ranking regional.

El adelantamiento a $ 12.500 no alcanzó para recuperar ni una posición en el ranking. Ocurre que la suba anual acumulada fue del 31,6%, contra un aumento del tipo de cambio, en igual período, superior al 100 por ciento.

De acuerdo con un trabajo de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV), el salario mínimo argentino sigue siendo el de mayor poder adquisitivo de la región, evaluado en términos de paridad de poder de compra, aunque es notoria la caída que se experimentó en los últimos años. Así, sólo entre 2018 y 2019, el salario en paridad de poder de compra disminuyó un 17,1%. La merma desde 2015 crece al 25,1% con retrocesos en tres de los cuatro últimos años.

Para Santiago Fraschina, director de la Licenciatura en Economía de la UNDAV, «este proceso se va a seguir agravando en los próximos meses. Ocurre que el traslado a precios de la devaluación del año pasado todavía no ha terminado, debido a la existencia de más de 10% de ‘inflación reprimida’ por los aumentos de bienes primarios e insumos básicos aún no trasladados al consumidor final».

Fraschina agregó que «por tanto, la restricción fiscal del Ejecutivo, en el marco del acuerdo con el FMI, tanto como el compromiso de dejar de aumentar el mal llamado ‘costo laboral’, oficiarán de restricción latente para una mejora de los salarios en términos de capacidad de compra en el corto plazo».

La clase media, también

La crisis económica golpea sobre el conjunto de la población. Un reciente trabajo de las consultoras D’Alessio Irol y Berensztein muestra cómo «la situación actual impacta en el consumo». Se hizo en base a datos correspondientes a distintas mediciones del segundo semestre de 2018 y a enero último, que incluyeron más de 1000 encuestas online en todo el país.

De acuerdo con el estudio, ocho de cada 10 encuestados reemplazaron a las primeras marcas por otras alternativas de menor precio. La sustitución abarca entre un 20% y un 60% de los productos consumidos en el hogar.

Además, las familias están armando una nueva planificación de sus gastos donde los extras están quedando afuera. Por caso, el 48% abandonó el apoyo escolar; el 33% las actividades extracurriculares para los chicos; el 32% el entretenimiento en cine y teatro; el 30% el gimnasio; un porcentaje igual las comidas fuera de casa; y el 28% los viajes y las vacaciones.

En cambio, las familias evitan cancelar el consumo de algunos productos y servicios. El 68% no abandona Internet; el 54% los medicamentos; el 51% el cable; el 47% la telefonía celular y el mismo porcentaje la TV por streaming (básicamente Netflix).

Respecto de los cambios en la mesa, el producto más desplazado fue la gaseosa (71%). Le siguen: carne vacuna, 69%; postres lácteos, 67%; cerveza, 66%; y pescado, 59 por ciento.

Consultados acerca de con qué producto reemplazan a la carne, las respuestas fueron: el 41% con arroz; el 40%, con fideos; el 36%, con pollo; el 35%, con verduras; y el 31%, con frutas. «

DOCENTES

Una de las razones para la suba del salario mínimo es la paritaria docente. Es que, desde 2018, el salario mínimo docente debe estar un 20% arriba del SMVM.

15 mil pesos será el mínimo del salario docente desde marzo, un 20% más que los $ 12.500 del salario mínimo que regirá desde ese mes.

13.585 pesos es el nivel del salario mínimo docente actual.

Pelea. Ctera denuncia que el gobierno reemplazó la discusión de la paritaria nacional por este porcentaje (ver página 18).


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